Podcast UNED Abierta y Cursos COMA

Captura de pantalla 2013-05-04 a la(s) 22.03.15UNED ABIERTA

Nuevo podcast de la -Serie Educación al día, difundido en la página Web de la Facultad de Educación de la UNED y en iTunes, dedicado a la UNED Abierta,y específicamente a su oferta formativa de Cursos COMA. En esta ocasión, se entrevista a su directora, la profesora Inés Gil Jaurena.

Enlace: http://goo.gl/UvV5yy

Recursos de lectura escolar

LA LECTURA ESCOLAR. Recursos de formación didáctica

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.53.57“Revista Digital dile-redile”: revista digital dedicada de una forma exclusiva al mundo de la lectoescritura y su didáctica: Un lugar de encuentro y comunicación, con un objetivo bien claro: abrir un campo de experiencias y relaciones en el mundo de la lectura y de la escritura. Experiencia desarrollada por J.Quintanal hasta 2012.

https://www.quintanal.es/Web_LECTURA/default.htm

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.16“Canal lector”: La Fundación Germán Sánchez Ruipérez, toma desde 1981 esta iniciativa innovadora que se inició en 1981 con el fin de promocionar la lectura y favorecer la alfabetización en el mundo especialmente en los niños y adultos jóvenes.

http://www.canallector.com

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.25“Ocnos”: revista de acceso abierto (Open Access), lo que significa que todo su contenido es de libre acceso. Los usuarios pueden leer, descargar, copiar, distribuir, imprimir, buscar, hacer enlaces a los textos completos de artículos de esta publicación sin necesidad de recabar antes la autorización del autor o editor.

http://www.uclm.es/cepli/v2/contenido.asp?tc=convis40400ocn00

Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.32“Lecturas y Bibliotecas Escolares” de Andalucía:  Web institucional, de materiales y recursos lectores, orientados a su desarrollo en el aula.

http://www.juntadeandalucia.es/educacion/webportal/web/lecturas-y-bibliotecas-escolares

 Captura de pantalla 2013-12-27 a la(s) 20.55.40“Peonza”: nació en diciembre de 1986 como boletín de literatura infantil, como medio de información y de intercambio de experiencias entre maestros, al servicio de la animación a la lectura. Se publica trimestralmente y se puede acceder a la versión digitalizada en la “Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes”.

 http://www.peonza.es/Principal.htm

La dislexia que habita entre nosotros

        La dislexia, como demuestran los últimos estudios estadísticos, afecta a uno de cada diez españoles. Y lo hace de modo muy, pero que muy directo, pues toda la comunicación en nuestra sociedad, se basa en la escritura y, por tanto, quienes la padecen, se ven directamente afectados, dificultados por ésta y condicionados en sus posibilidades reales de autonomía, aprendizaje, orientación y hasta atención.

         No obstante conviene decirlo alto y claro: en principio, la dislexia no tiene por qué suponer más que una dificultad en la comunicación y su limitación, no tiene por qué ir más allá, salvo que la convirtamos en problema nosotros, o la escuela, o un poco todos. Lo que  debiera ser una sencilla ruta de obstáculos, en algunos casos se convierte en dura travesía, escarpada y hasta peligrosa, pues en una sociedad alfabetizada como la nuestra, no hay otro camino para sobrevivir más que interpretar el constante baile de códigos, orales y escritos que nos envuelve. Si no, fíjense ustedes el modo en que hoy es posible acceder a la información, al transporte, a la cultura y hasta al ocio. Cualquier actividad de nuestra vida cotidiana pasa inevitablemente por el ejercicio de leer, interpretar, escribir o codificar alguna información. Y por tanto, resulta imprescindible contar con la comunicación escrita, para vivir y convivir, con la mayor normalidad. Esa es la dificultad del disléxico, que la sociedad está empeñada en convertir en un calvario, cuando no debiera suponer más que un acomodo personal, transformándolo en una auténtica carrera de obstáculos.

         Hablamos, como ya se ha dicho, de una simple dificultad que muchos, niños y jóvenes, y adultos, presentan cuando tienen que interpretar, codificar, comprender y procesar un texto escrito; cualquiera de los muchos, muchísimos mensajes que a lo largo del día, nos pasan delante de los ojos. Es sabido, que cualquier disléxico se mueve de modo más seguro en un mundo de oralidad; procesa, interpreta, retiene y expresa mejor lo que pasa por su oído y por las cuerdas vocales, que cualquier información visual gráfica. Pero el entorno no acaba de enterarse de ello; o no está por la labor. Y es una pena, pues estamos hablando de un sector muy amplio de la población, de un diez por ciento de nuestros niños, jóvenes y también adultos, que es una cantidad considerable, etiquetados ya desde la edad escolar como vagos, revoltosos, hiperactivos, apáticos, problemáticos y otros muchos calificativos, a cada cual más agradable; muy fáciles de colgar, pero irreales, siempre erróneos pues para nada, atinan en el diagnóstico. Más bien acaban siendo dañinos, pues como consecuencia de esa incomprensión, el sentimiento de inferioridad aflora en cada uno de estos niños, que son un encanto, como todos los niños. En virtud de su propia limitación, poco a poco van dejando esa normalidad de la infancia, aquejados de una peligrosa convicción que les convierte, muy a su pesar, en los fracasados del sistema, aunque en realidad sea el llamado sistema el que fracasa con ellos. Pero el daño está hecho cuando el propio sujeto se lo acaba por creer, su autoestima cae por los suelos y se embarca él sólo, en una espiral que lo atrapará por siempre en esa peligrosa red. Aunque nunca sepa por qué, pues él, en realidad no se ve a sí mismo de ese modo.letras

         Muy al contrario, una dislexia, debidamente diagnosticada, convenientemente atendida, no deriva, ni mucho menos en un fracaso. Deviene en un sujeto normal, normal como todos, que se esfuerza por sacar adelante su vida, que conoce sus limitaciones y, consciente de ellas, se esfuerza ante las dificultades, superándolas con éxito. Estén ustedes seguros que muchos acaban por solaparlo y, triunfan, al igual que pueda suceder con cualquier otra persona. No en vano, algunos de los que la sociedad califica de «genios», lo fueron (disléxicos), al igual que también lo son muchos de mis alumnos (un diez por ciento aproximadamente), que superan a un sistema que les empuja en dirección contraria. Ellos  persisten y lo superan, consiguiendo graduarse y finalizar los estudios, de modo que hoy, muchos, son unos auténticos profesionales en lo suyo, profesionales de éxito; es decir, normales y corrientes.

            Es cuestión de sensibilidad, tomar conciencia, acomodarse. Entender que la escuela cuenta con muchas posibilidades, más allá del libro de texto; que se puede y, se debe, trabajar en muy diferentes soportes, con materiales, estilos y formas que se acomoden a las necesidades del alumnado. Y lo mismo que en la escuela, ha de suceder en el instituto o en la universidad, donde el conocimiento no es necesario administrarlo enlatado; donde también es posible divertirse y aprender de modo entretenido. A la vista de la situación, parece urgente culturizar las aulas, de modo que en ellas se le faciliten las cosas al disléxico, trabajando de un modo, … integrador, respetuoso con la diferencia y también de manera diferente. Quizás sea necesaria otra metodología, plantearse que estudiar suponga conocer, implique la búsqueda del conocimiento y la construcción del saber, más allá de la transposición de lo memorizado en exámenes inauditos, donde el tiempo esté al servicio del estudiante, porque es posible ir a otro ritmo y se conciba cualquier aprendizaje como un logro personal. Abogamos por este cambio; estamos comprometidos con él. Es necesario generar una nueva escuela, o regenerar la actual, al igual que se precisa otra cultura, en una sociedad diferente, capaz de entender que dislexia es sinónimo de paciencia y serenidad. Hemos de estar convencidos de que en estas aulas, también podemos conseguir que un niño, cualquier niño, joven, adulto, pese a la dificultad que entrañe su aprendizaje, sea capaz de alcanzar la madurez, su madurez, en plenitud. Porque es posible. Cada día, muchos de nuestros disléxicos, niños, y no tan niños, sus madres y padres, sus maridos o esposas, los educadores, muchos profesores, nos lo atestiguan y demuestran, consiguiendo que egresen de las universidades, de los centros de formación, de las escuelas, titulados, garantes de un éxito que en ciertos casos la sociedad, esa misma que a otros les cierra el paso y hunde en su baja estima, también ha sabido aupar al limbo de la vida. Porque al fin y al cabo, yo también, por encima de mi dislexia, soy persona. Uno más en una sociedad que me debe la garantía de una vida, plenamente satisfactoria.

José Quintanal Díaz

Publicado en  EL MUNDO  edición CANTABRIA, el día 8 de Diciembre de 2013 (pdf)

Ellos, cada día, hacen más social este mundo

Si una característica tuviéramos que señalar, para identificar la misión (y en ocasiones, también, la pasión) que mueve a las instituciones que en nuestro entorno realizan una labor social, no podríamos hacerlo, pues habría que otorgarles no una sino dos, un verdadero par. Sus mejores (y mayores) cualidades, entre otras muchas, han de ir inevitablemente unidas: la humildad y la convicción de su bondad.
Precisamente, humildad. Cuanto más social, más silenciosa resulta la labor, sincera, necesaria, callada y de profundo compromiso. Moralmente intachable y éticamente comprometida. No es necesario ir muy lejos para encontrar colectivos enteramente comprometidos. Están al alcance de la mano. Son vecinos, tuyos, míos. Y no hablamos de grupos de carácter religioso, ni con la ausencia de lo global, que no es. Los podemos señalar con nombres y apellidos, conocemos sus caras, sus manos, sus miradas. Porque son habituales; no en vano comparten con nosotros, cada mañana, el ascensor, el tren, el autobús o la espera en el paso del semáforo, cogen este mismo periódico, van al médico y hacen cola en el supermercado. Cada día, con su mañana, tarde y noche, con fines de semana, festivos, nocturnidad y constancia, les miramos de frente, captamos la mirada, limpia y seria de estos jóvenes. Y sepan ustedes que joven hay que ser para, con independencia de los años que señale el dni, estar convencido de poder cambiar el mundo, liarse la manta a la cabeza y comprometerse con el prójimo, depositando jirones de ternura, bondad y cariño, en el corazón del que es extraordinario, precisamente por menos favorecido. Desde su convicción altruista, en diferentes pueblos y también en los barrios de la capital, son bastantes los que optan por dirigir su vida, en esa dirección y contribuyen con trabajo, con presencia y entrega siempre voluntariosa, con resolución, a conseguir un mundo un poco mejor. Hacen de lo social, su profesión. Nos sorprenden por su simplicidad: lo único que tienen es ilusión, empeño, juventud, y un corazón tan abierto que van por ahí dejándolo a cachitos, en miradas, a manos tendidas, con sillas de ruedas, bastones, bandejas, camas y hasta sonrisas, las de su mundo próximo, inmediato, conocido, un mundo más real que cualquier otro. Ellos, sólo ellos, son los culpables de que podamos encontrarlo cada día un poco más humano. Y son muchos. Nos sorprendería saber cuántos. Pero, claro, pasan desapercibidos. Su labor también.
Lo social no les gusta ni a los políticos. Será porque los desfavorecidos, necesitados, no aportan. Por no aportar, ni votos, por eso son colectivos que caen rápidamente de sus presupuestos. Los mayores, cada vez son más mayores, los discapacitados, aprenden más y mejor, tanto que se normalizan, estamos viendo cómo las conductas disruptivas se controlan con gran efectividad y sus colectivos llegan a integrarse con naturalidad, la misma con la que conviven en el entorno cotidiano. De modo que nos pasan desapercibidos, pero claro, no basta con altruismo. El que ya están recibiendo de sus cuidadores, de los educadores, mediadores y animadores, de muchos orientadores, voluntarios y profesionales de lo social, capaces de satisfacer todas y cada una de las necesidades que el colectivo requiere: convivencia, cultura, desarrollo, estimulación, fisioterapia, interculturalidad, geriatría, alfabetización, sociabilidad,… Programas y proyectos, que con absoluta efectividad, deben ir añadidos a la cotidianidad de sus necesidades fisiológicas, alimentarias, sanitarias, higiene y atención. Como pueden suponer, los que se dedican a lo social, no se aburren. Son muchos los frentes que tienen abiertos, y que la sociedad no percibe como cubiertos. A no ser que no lo sean, porque entonces, molestan y claro, se evidencian. Imagínense por un momento que alguno de los estos colectivos perdieran esa atención. Visibilizarlos justificaría cualquier partida que administrativamente se les dedicara. Pero, claro, ahora, la mayor, en ocasiones la única, la reciben del altruismo de nuestros jóvenes.
Y esto nos enlaza con la segunda de sus cualidades. Su bondad, la gratuidad con que convierten en normal acciones, actividades, trabajos, que vistos en su particularidad, cualquiera calificaríamos de extraordinarios. No tenemos más que pasar una tarde en una residencia, o cruzarnos con un grupo de jóvenes que sacan de paseo a niños o mayores con alguna discapacidad, para enterarnos del modo en que son atendidos tantos niños, jóvenes y no tan jóvenes que llevan su vida en el filo de la exclusión; cárceles, drogas, violencias de diversos tipos, adicciones, limitaciones o excesos. Sólo a quien le toca, o simplemente conque le roce, también, sabe lo que esto supone. A nosotros, alguna vez, nos tocan el bolsillo, pero a estos jóvenes, que trabajan con ellos, lo que les han tocado, como digo, ha sido el corazón.
Terminemos levantando nuestra voz, reclamando una mayor atención para ellos. Y no sólo la que nos gustaría que les dieran los responsables políticos dotando de contenido las partidas presupuestarias, que sí, es necesario. Necesitan también el reconocimiento de toda la sociedad. Esta cultura del ocio, de la sociabilidad, de lo social, que ahora vivimos, es necesario que responda con responsabilidad de estos colectivos que ya se integran en la cotidianidad de la convivencia. En cada ayuntamiento, en cada asociación, en cada barrio, pueblo, grupo o asociación, todos y cada uno de nosotros, hemos de saber que atender estos colectivos debidamente, también nos beneficia. A ti, a mí, a todos, a cada familia, en uno u otro momento de la vida. Toda inversión será poca, pues ellos corresponderán, tarde o temprano y nos lo van a devolver en forma de atención y cariño. No nos cabe ninguna duda. Por eso, los necesitamos, porque son los únicos que cada día, hacen más social este mundo.

José Quintanal Díaz

Publicado en  EL MUNDO  edición CANTABRIA, el día 6 de Noviembre de 2013 (pdf)

La otra vuelta al cole

     Es tanta la publicidad con la que estos días nos bombardean la vuelta al cole, que acabamos por creernos su importancia. Se le confiere prioridad a la compra de los libros, del uniforme, la mochila, el ordenador o tantas otras cosas que precisamente, estas campañas consiguen el objetivo de «no desviar» nuestra atención del tema. Sí, lo digo bien, pues desvían la atención de lo educativo, para hacernos vivir una vuelta que los propios medios califican de no-traumática. Un año tras otro, hemos ido descubriendo lo problemático que puede resultar este cambio para todos…, para los niños, para sus padres, para los maestros… En algunos casos, parece tan fuerte la tormenta que llega con el mes de septiembre, que la inundación acaba por cubrirnos hasta la altura del bolsillo. Vamos, que queramos o no, hay que suavizar la inmersión escolar, para salir a flote. Menos mal que la moderna ciencia psicológica es capaz de echarnos un capote con el que cubrirnos al menos la cabeza y así, aguantar tal chaparrón…

     Aunque no lo crean, en cierto modo es así. El tema resulta tan importante, que esos «expertos» llegan para ayudarnos a resolver todos estos conflictos internos y así evitan que pueda ser traumático para los ciudadanos de a pie y a las empresas que viven de ello, también. Porque los damnificados somos… ni sé cuántos. Lo mismo empresarios que simples ciudadanos. Para muchos negocios, algunos grandes pero otros, quizá la mayoría, pequeños y hasta pequeñitos, familiares, terminar el mes de septiembre con cierto equilibrio en su balanza de pagos, supone respirar en ese último trimestre del año (y comer, y mandar a sus propios hijos al cole, y vestir y…, en algunos casos, hasta dormir). Para ellos, esta campaña es la clave de su subsistencia, les supone llegar a navidad. Así que no busquen grandes eslóganes que nos animen, porque un motivo así nos basta; septiembre resulta fundamental para muchos. Ahora, volvamos a la cuestión escolar y familiar, que es lo que nos ocupa.

     Sea como fuere, todos sin excepción, pasamos por el aro, yendo a la compra. Resulta interminable la lista: boli, rotus, tijeras, sacapuntas, regla…. hay todo un sinfín de cosas necesarias para ir al cole. Incluso, puede ser peor aún, si son los propios niños los que nos acompañan al centro comercial para realizar el avituallamiento, pues tienen un conocimiento más detallado de lo inservibles que están los materiales del curso anterior… Vamos, que acabaremos hasta etiquetando mecánicamente los libros que se forrarán con la última tecnología en plásticos, que no necesita ya cello transparente para fijar el protector. Y por ende preguntándonos cómo pusimos sobrevivir a los clásicos rollos de papel de forro, a la goma de milán y a la cajita de pinturas de madera. Hoy, se ha dado la vuelta incluso a la historia, en beneficio de una nueva economía escolar que contribuye a la modernización de la estructura familiar. Y eso que no mencionamos el pendrive, la caja de folfers o el hub de siete entradas. Esto último queda para los más avanzados, los mayores, vamos los que llevan un kit oficial que incorpora móvil-cuatro-ge.

     Esta es una vuelta al cole muy diferente. El problema que vemos en la campaña, que puntualmente nos llega todos los años a finales del mes de agosto, no es únicamente de carácter económico. También hay una vertiente social, quizás la que más debiera preocupar, no tanta campaña publicitaria… Podemos desentrañar su contenido valorando el protagonismo que corresponde a cada uno. Serán únicamente cuatro palabras:

     Una. La vuelta al cole, en primer lugar han de protagonizarla los propios alumnos, los niños y jóvenes, que están directamente afectados. El colegio les exige un estilo de vida, cotidiana, muy diferente al que hayan venido disfrutando en vacaciones. Han de disciplinarse los horarios, afinando hasta la puntualidad; organizar las jornadas, en virtud de sus tareas o responsabilidades que sea necesario cumplir; considerar la importancia del descanso, los buenos hábitos y la higiene saludable; y hacer que orden, esfuerzo o compromiso, sean vocablos que se incorporen con naturalidad. Los «mayorcitos» ya deben ser autónomos en su logro; en el caso de los alumnos pequeños, el compromiso del cambio radica en sus padres. Esta sí que es, por encima de las campañas, los materiales o la ropa, «su» campaña, su cambio.

     Dos. Los padres, porque también ellos «vuelven», no pueden inhibirse de su responsabilidad educadora. Ahora menos que nunca, el comienzo del curso resulta clave para sus hijos. Supone un cambio de tal importancia que en ocasiones acarrea desconcierto, indefensión, desorientación,… Es necesario estar ahí, para acompañarlos, orientar, canalizar, y ayudar su «réentrée». Y ya de paso, vendrá muy bien sentar buenos principios y así disciplinar los hábitos cotidianos y poner orden en la estructura familiar. Esto será educar.

     Tres. de un modo genérico, porque trasciende la obligación paterna y a materna, esa responsabilidad educadora corresponde a todos y cada uno de los miembros de la familia. A cada uno le pedimos que asuman su papel, en el contexto que le corresponda. Padres, tíos, abuelos, hermanos,… todos, y cada uno, educamos. Es necesario coincidir en los objetivos, de modo que todos sumemos con cada aportación. Nadie puede inhibirse. Cada palabra, cada gesto, cada permiso o cada mandato, el beso o la regañina, bien hechos, educan. Todos, todos, todos, tú y yo también. Nuestra actitud, en cada momento, educa, cada ejemplo también, el diálogo se construye y la buena educación la conforman muchos pequeños detalles, momentos y actitudes.

      Y cuatro, no podemos dejar fuera de esta responsabilidad a la sociedad en general. La vuelta al Cole, requiere un nuevo respeto social, a los maestros, a la profesión. En este momento como nunca, las cosas deben estar en su lugar, y entre todos hemos de conseguir que los conocimientos sean más importantes que los lápices con los que se escriben, los libros nos lleven a escudriñar su contenido, que los blogs nos sorprendan por su originalidad y que, al fin, las ideas acaben por encima dell nivel social de quienes las sustentan.

     El cole, ese cole al que nuestros niños ahora parece ser que vuelven, alberga nuestro futuro, y por tanto, es ahora cuando podemos hacer que ese mañana resulte multicolor. Hagámoslo, entre todos.

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Artículo publicado en El mundo Edición Cantabria
martes, día 3 de septiembre de 2013. Pág. 2 TRIBUNA / EDUCACIÓN / JOSÉ QUINTANAL.

Educación al día: PEDAGOGÍA Y EDUCACIÓN SOCIAL

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ESTUDIOS DE GRADO DE LA FACULTAD DE EDUCACIÓN (UNED)

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  • El Grado en Educación Social: MIGUEL MELENDRO ESTEFANÍA

  • Enlace: pinchar aquí
    El título de Grado en Educación Social tiene como finalidad proporcionar la formación profesional básica, a la vez que la madurez intelectual humana, a través de la adquisición de los conocimientos, destrezas y actitudes necesarios para desarrollar acciones de intervención y mediación socioeducativa en diferentes contextos, con la finalidad de favorecer la integración de los individuos y colectivos, su desarrollo personal y social, e impulsar su participación en el desarrollo de la comunidad. El Educador Social desempeña también una labor de equipo con otros profesionales en su función de intervención social y educativa, cercana a las personas y a la comunidad.
  • El Grado en Pedagogía: Mª ÁNGELES GONZÁLEZ GALÁN

  • Enlace: pinchar aquí
    El pedagogo/a es un/a profesional experto/a en sistemas, contextos, recursos y procesos educativos, formativos y orientadores, así como de los procesos de desarrollo personal, profesional, social y cultural que concurren de forma integrada en las personas y grupos a lo largo de toda la vida. Es competente tanto en el diseño, gestión, desarrollo y evaluación de planes, proyectos, programas y acciones formativas y educativas adaptadas y contextualizadas, como en su análisis, seguimiento y asesoramiento. Realiza intervenciones educativas en ámbitos básicamente formales, así como intervenciones formativas en contextos organizacionales y laborales. El Grado de Pedagogía proporciona la formación básica para desempeñar esas tareas.


Fecha de edición: 15 junio 2013

LA TUTORÍA ESCOLAR

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LA TUTORÍA EN LA ESCUELA

Curso MOOC de Formación Profesional,

dirigido por José Quintanal Díaz (UNED)

[http://goo.gl/ABD8x] _____________________________________

DECÁLOGO TUTORIAL: Algunas ideas clave acerca de la tutoría escolar

LA TUTORÍA

Es necesaria e importante. Así lo perciben todos los agentes educativos, desde la perspectiva escolar y también desde la propia sociedad del entorno, que se siente fundamentalmente, educadora.

La auténtica pedagogía se fundamenta precisamente en una buena acción tutorial. El pedagogo/a se siente maestro/a, y el maestro/a desarrolla su magisterio únicamente en la relación interpersonal que facilita la tutoría escolar.

La tutoría ha de ser planificada de modo estructural en el sistema escolar. Tanto la administración y como todas y cada una de las instituciones educativas, que persigan la excelencia, cuyo objetivo sea desarrollar la mejor educación, han de estar convencidos que ésta pasa, indefectiblemente, por una buena acción tutorial.

Una buena tutoría escolar, ha de considerar el plano personal y el carácter grupal de la convivencia escolar. El individuo es un sujeto diferente, que requiere un tratamiento personalizado, el cual de ningúnb modo ha de ir desligado del grupo en el que enmarca el desarrollo social de la personalidad.

La tutoría debe presentar un carácter colaborativo, al que contribuyen todos los agentes educativos del centro de enseñanza. Sólo sumando esfuerzos, es posible conseguir una acción tutorial de calidad, efectiva y real.

 

EL TUTOR/A

La figura del tutor/a es un referente necesario en el crecimiento armónico de los alumnos. Por ello, es importante cuidar la relación que cada alumno/a tenga con su tutor/a.

El tutor/a juega un papel fundamental en el proceso educativo. No vale cualquiera para ello; se requieren una serie de cualidades, habilidades y destrezas y dotes personales. Éstas las otorga la vocación y la implicación personal del tutor/a en su función educadora.

El tutor/a nace y se hace. La vocación es necesaria en el proceso educativo pero requiere ser complementada con una formación específica para responder con eficacia a las necesidades tutoriales inherentes en la función docente.

 

LA FAMILIA

Es fundamental contar con el favor de la familia para conseguir una buena relación tutorial. No obstante, el tutor/a es un agente que complementa la educación familiar; el padre y la madre, los primeros responsables de sus hijos.

La relación familia-escuela, confiere sentido a la función tutorial. El tutor/a es un elemento complementario que enriquece la educación familiar. De igual manera que en el hogar se complementa la tarea educadora de la escuela. Ambos se complementan, por lo que es necesario establecer un vínculo de relación y colaboración entre ellos, para garantizar una educación adecuada.

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Tres euros sobre el cielo…*3€SC*

– Son tres euros, me dice, escudándose en la mejor de sus sonrisas.

– Vaya, ya veo, que aquí el agua está por las nubes…

Parecía relajarse tras la primera impresión, provocada por mi inicial cara de asombro.

– («Por lo menos se lo toma a risa», debió pensar, por la broma que incluía el comentario), pero no quedaba muy conforme, o quizás fuera que la conciencia estaba aliándose en la travesura, remordiéndola,… porque de inmediato enlazó un espontáneo…

– Yo no marco el precio… Me explicó, parapetada tras su dentadura nacarada.

– Sí, claro, supongo…

La escena tiene lugar en un avión. Un avión de los modernos, de esos que llaman de «low cost», que traducido no significa otra cosa más que «bajo coste». A las pruebas me remito… Ya, ya,…

Tomo mi botellín, medio litro de refrescante y cristalina agua. De una fuente,… de procedencia desconocida. No importa, ¡a estas alturas, no vamos a andar con remilgos!

Y como corresponde en estos viajes, el recogimiento del asiento invita al pasajero a la introversión, a la reflexión. No puedo (ni quiero) evitarlo: ¿por qué tenía necesidad una señorita tan simpática de justificarse? Está claro que reconoce el abuso al que se presta, impunemente, aunque con cierto remordimiento. Pero lo hace. No le queda más remedio. ¿O sí? Un puesto de trabajo, hoy día ya no tiene precio. Y más éste, que está por las nubes, como mi agua: lo tomas o lo dejas…

Y esto, es lo mismo que nos pasa a todos. Quizás hasta con la misma impunidad, semejante limitación y escasez,… de remordimiento; somos capaces de pasar por alto, constantemente, cotidianamente, numerosas injusticias, acompañando la comida sin perder el apetito, mirando a otro lado y expresando suavemente ese mismo «no es culpa mía». Pero la verdad es que ahí están, no las vemos pero ahí siguen: el bebé que sufre, el inmigrante desvalido, el anciano solitario, el joven adicto, la mujer vejada, la familia desestructurada, los jóvenes emigrados, el parado que mendiga,… Todo lo achacamos a la crisis, de la que nadie tiene la culpa. La violencia, que ninguno provocamos, el rencor del que sorprende su presencia, el robo, en el que no se participa, aunque el hurto no nos esquiva, la degradación y hasta la degeneración,… perdemos valores, pero seguimos el viaje con tranquilidad, pues al fin y al cabo, «ninguno de nosotros tampoco hemos puesto las reglas».

¡Qué pena!, valer para tan poco, servir sólo para esto es pobre, muy pobre, pensaba en el avión, mirando a la señorita de la sonrisa de nácar… Sólo es una más, entre tú y yo, el grupo, todos. La impunidad es tanta, y tan difícil salirse de la norma, que se nos está empobreciendo hasta la sociedad,… Eso sí, continuamos el viaje, bien frescos.

Curso de Inteligencia Emocional, Escuela de Verano de la UNED 2013

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Cómo desarrollar la inteligencia emocional en el ámbito educativo y en la vida cotidiana

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Centro Asociado de la UNED en PALMA DE MALLORCA.

Días 1-3 Julio 2013

La inteligencia emocional (i.e.) es la capacidad de reconocer y manejar nuestras emociones y las de otras personas para mantener relaciones positivas con nosotros mismos y con los demás. La i.e. es una de las habilidades que deben trabajarse en la escuela. Por lo general, no se prepara para la vida a nuestros alumnos y todos van a vivir en una sociedad no exenta de conflictos (interpersonales, familiares, con amigos, económicos, paro, etc) lo que hace que una educación de esta capacidad resulte no sólo importante sino básica y fundamental.

EL curso presenta una TRIPLE MODALIDAD en su desarrollo:

> PRESENCIAL: en la sede del Centro Asociado de la UNED en Palma de Mallorga,

> POR STREAMING: emitido por internet en directo (streaming) con acceso restringido para todas aquellas personas inscritas que no se desplacen a las instalaciones del centro asociado.

> POR INTERNET EN DIFERIDO: con acceso restringido. aquellas personas que se matriculen en esta modalidad deberán realizar un breve trabajo adicional.

Ponentes: Carme Cloquells Tuturí, Gerardo M. Fernández González, Isabel Corina Maciel Torres, José Quintanal Díaz y Pilar Tomás Gil. Lo dirige el profesor José Luis García Llamas, Decano de la Facultad de Educación de la UNED.

Programa: http://extension.uned.es/actividad/idactividad/4980

CURSO de Dislexia en la Escuela de Verano de la UNED 2013

Objetivos del curso:

Analizar el síndrome Dislexia y sus implicaciones en el aprendizaje escolar.

Dotar a los educadores, pedagogos, docentes, especialistas en audición y lenguaje y psicopedagogos de las estrategias necesarias para la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de las dislexias.

Organiza: Centro Asociado de la UNED en CANTABRIAVERANO

Lugar:  I.E.S. Marqués de Santillana. Torrelavega (Cantabria)

Fechas: 3 al 5 de Julio de 2013

Ponentes:

María de Codés Martínez González (Co-Directora del Curso) Profesora  jubilada de la UNED.

Fernando Cuetos Vega, Catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo.

María Peñafiel Puerto,  Directora del Colegio Legamar de Madrid.

Mª Teresa Martín Aragoneses, Psicopedagoga, Profesora de la Facultad de Educación de la UNED.

José Antonio del Barrio del Campo, Profesor titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria.

M ª Ángeles  Agudo Leguina, Pedagoga y Logopeda, Profesora de la Escuela Gimbernat en Cantabria y Logopeda del Centro de Foniatría y Logopedia de Santander

Miguel Ángel Guisández Gómez, Maestro especialista en Audición y Lenguaje, Logopeda del IES Cantabria de Santander

Celso Crespo Bejarano, Psicólogo, Orientador  Educativo del Servicio Psicopedagógico Escolar de Dénia (Alicante)

José Quintanal Díaz (Director del Curso) Profesor de la Facultad de Educación de la UNED.

· PRESENTACIÓN Canal UNED

· PROGRAMA